Mal de Montaña
22 junio, 2017
Reacciones del Organismo
22 junio, 2017

Los signos de mala adaptación a la gran altura suelen aparecer a partir de los 2.500 a 3.000 m de altura. Afectan en su mayoría a aquellas personas que no habitan en esas altitudes.

El principal factor que favorece la aparición del Mal Agudo de Montaña (MAM) es la velocidad de ascensión, y las condiciones en que se realizan. Se consideran que los signos de mala adaptación aparecen 6 a 12 horas después de haber alcanzado la gran altura y permanecer en ella. Ante todo, es vital reconocer que no es un defecto. Si no solamente, un síntoma de mala aclimatación a la altura, el cual no debería ser ocultado ni desconocido por ningún andinista.

Algunas personas pueden creer que el agotamiento es signo de debilidad o falta de entrenamiento, hecho que los puede motivar a ocultar este insidioso mal. Otros, tratarán de culpar a la incomodidad de la carpa que no les permite descansar, al cambio de alimentación o al esfuerzo realizado durante esa jornada. Pero es un deber, reconocer que aún los más grandes escaladores han experimentado o sufrido esta afección. Así tenemos que una persona de cada dos es afectada por el MAM y una de cada cien puede presentar complicaciones graves (edema pulmonar de altura o edema cerebral de altura).